Soy de las personas a las que les cuesta trabajo «poner la mente en blanco». Generalmente, siempre estoy pensando en algo. Y es que hasta cuando duermo y sueño, siento que mi mente está trabajando en todo momento. Una día, mientras conversaba con un amigo, me decía que él podía pasar ratos no pensando en nada, a lo que yo le pregunté ¿eso es posible? ¿Cómo lo haces? ¡Quiero la receta ahora! Y nos echamos a reír.
Pensamientos negativos
Tampoco creo que ser una persona demasiado pensante sea algo negativo. El inconveniente está cuando esos pensamientos te provocan sentimientos intrusivos y negativos: ansiedad, culpa, frustración, vergüenza y enfado, entre otros, e impiden que puedas desarrollar tus actividades del día de forma tranquila. He leído que es común que algunas personas solamos tener mayoritariamente, y lamentablemente, pensamientos negativos.
A medida que mis pensamientos se estaban tornando cada vez más intrusivos e insistentes, busqué información y llegué a un concepto que me llamó la atención: «pensamientos rumiantes». Por lo que leí, aparecen con frecuencia de manera involuntaria y en cualquier momento del día. Nos incapacitan para desarrollar nuestras actividades del día y nos generan más preocupaciones. Es entrar en un círculo vicioso del que resulta casi imposible salir.
Frases intrusivas e involuntarias que te invaden
A mí se me manifiesta con mayor intensidad en la fase pre menstrual de mi ciclo, que es cuando más insegura me siento. Aparecen pensamientos «chaqueteros» que perjudican mi diálogo interno. Fluyen frases como «uy, ¿vas a intentar eso? ¡Seguro que no te resulta!», «Ya estás un poco pasadita para hacer eso, ¿no?», «Mejor no lo hagas, ¿qué van a pensar de ti?». Y alguna que otra creencia irracional: «No, mejor no lo hagas porque no eres buena para eso», «eso no se te da bien. Mejor, haz lo de siempre que ya conoces cómo funciona».
Conversión de los pensamientos rumiantes
Como estaban empezando a ser muy reiterativos, decidí que tenía que tomar cartas en el asunto. Una forma era buscar la manera de convertir esos pensamientos nocivos en algo que me permitiese darle orden a mi mente y que me ayudaran a explorar mi lado creativo. Así fue como decidí abrirme un blog, para escribir sobre cosas que se me venían a la cabeza y que creo que pueden ser interesantes de comunicar. Me ha ayudado mucho a calmar esos pensamientos y reemplazarlos por otros que, más que positivos, diría que son creativos. El hecho de tener un espacio en el que pueda expresarme me ha entregado tranquilidad, paz mental y seguridad en mí misma.
Estrategias para combatirlos
Si has leído hasta aquí, te resuena algo de lo que te haya dicho y te sientes identificado, puedes buscar tus propias estrategias para calmar tu mente y estar en paz contigo mismo. Puedes probar distintas cosas y poner en práctica las que sientas que te aportan más beneficios. O si tienes dudas de si tienes pensamientos rumiantes recurrentes, analiza y reflexiona cómo es tu diálogo interno. Es decir, cómo te hablas y lo que te dices a ti mismo. Si aparecen frases como las mías, te boicoteas y no logras visualizar una salida, posiblemente tengas pensamientos negativos y quieras buscar formas para reemplazarlos.
Además de escribir, hay otras estrategias que he probado y que me han ayudado. Las dejo enlistadas por si identificas que alguna, pueda ayudarte:
- Comunicar para evitar ambigüedades o interpretaciones
- Evitar suposiciones y ser consciente de que lo único manejable son los factores internos
- Buscar actividades que te hagan pensar y mantenerte concentrado en cosas que afloren tu lado creativo
- Darte espacios para ti mismo, escucharte y revisar tu diálogo interno
- A veces, enseñar tus heridas a alguien más que está pasando por lo mismo, puede hacer que ambos encuentren soluciones que les ayude al otro
- Permitirte ser ayudado si lo necesitas
- Resolver los asuntos pendientes que hacen que te mantengas preocupado y que impidan mantener tu mente en paz
Creo que es importante detenernos a reflexionar sobre cómo nos tratamos a nosotros mismos y encontrar estrategias para mejorarlo. Es algo que sigo trabajando en mí y que hay veces que me cuesta más que otras, pero poco a poco han ido desapareciendo esos pensamientos nocivos y, en su lugar, aparecen otros con ideas más creativas. Espero que este artículo haya sido de tu interés y pueda ser de utilidad para ayudarte a plantear tus pensamientos y a enfocarlos para tener la mente tranquila la mayor parte del tiempo.